La elección del Prelado y del Suprior
El día que en el Sacro Convento se tenían noticias del nombramiento de un nuevo Prelado quien lo presidía mandaba tañer las campanas. Cuando al elegido le quedaba de día a día y medio para llegar a su nuevo contento, el Suprior o quien presidía ordenaba a dos ancianos que escribieran una carta, que era firmada por los tres, y fueran a su encuentro, montados en una burra, para darle Seguir leyendo …