Ciudad Real, 20 de julio de 1838.- Domingo Sánchez, hijo de Juan, nacional de La Calzada de Calatrava, que pereció en la catástrofe ocurrida en dicha villa cuando la invasión de Basilio, se hallaba mendigando su subsistencia por las calles de la ciudad. Este desgraciado, sobre haber quedado huérfano, se halla inutilizado de sus miembros por haber tomado la desesperada resolución de arrojarse de una ventana de la torre para librarse de las llamas que a su vista consumían a todos los que tuvieron la desgracia de encerrarse en el fuerte.
No pudiendo el Sr. Jefe superior político de esta provincia mirar con indiferencia una escena tan dolorosa, se dirigió al de igual clase de la de Madrid, excitando su filantropía a fin de que fuera admitido el Sánchez en el establecimiento de San Bernardino; y tenemos la satisfacción de anunciar al público que según comunicación que ha recibido el expresado señor jefe en el correo de ayer, la junta municipal de beneficencia de la heroica villa de Madrid, apenas supo la suerte desgraciada de este infeliz, conmovida hasta el extremo, acordó sin más discusión fuese admitido en el hospicio donde sería atendido con más esmero que es San Bernardino.
Gracias sean dadas a una corporación que tan bien sabe atender a todos los que son víctimas de la ferocidad de las facciones, por su patriotismo y decisión a favor de nuestra angelical e inocente Reina y libertades patrias.
Gazeta de Madrid, 1838.
El asilo de San Bernardino, situado extramuros de la ciudad, sobre las huertas de Leganitos, a la derecha del camino del Pardo, fue fundado el 2 de agosto de 1834 a instancias del entonces corregidor de Madrid, el marqués viudo de Pontejos, como un asilo con capacidad para 700 mendigos de ambos sexos, donde se les enseñaba un oficio. Antes que el asilo allí se encontraba el antiguo convento de San Bernardino, que fundado en 1572 por Francisco de Garnica, miembro del Consejo de Hacienda y Contador Mayor de Castilla, había sido desamortizado ese mismo año.
Dependiente de la beneficencia municipal, el asilo fue clausurado en 1907 pasando los asilados a dos edificios situados en la calle Vallehermoso.
Después de la Guerra Civil, el edificio fue derribado y se construyó en su lugar el Pabellón de Gobierno y la residencia de profesores de la Universidad Complutense, en la calle Isaac Peral.
Fuente: Madrid histórico.