Asientos de los huéspedes en el refectorio del Sacro Convento

Mesa del Prelado Administrador y del Superior, gradilla que atraviesa el refectorio, y pared que hace de testera, donde hay una ventana con una vidriera con una imagen del Santísimo Cristo.

Mesa del Prelado Administrador y del Superior, gradilla que atraviesa el refectorio, y pared que hace de testera, donde hay una ventana con una vidriera con una imagen del Santísimo Cristo.

El Prelado se vuelve hacia el Superior y le hace una venia, con una pequeña inclinación de la cabeza, a la que todos corresponden con otra más baja. El Prelado se sienta en su mesa, entrando por en medio de las dos que hacen de cabecera a las demás (la de él y la del Superior), y el Superior entra por entre su mesa y la pared –salvo cuando preside el refectorio, que entra como el Prelado.

El modo de entrar a sentarse de alguna dignidad es la siguiente: si el Prelado le precede, entra por entre la pared y la mesa que le toca y si precede al Prelado entra como se dijo anteriormente para el Prelado y éste entra por entre su mesa y la pared.

El Prelado se sienta en el extremo de su mesa y el Superior en medio de la suya (señaladas estas posiciones en la imagen con ∗).

Normalmente, cuando vienen personas de categoría, suelen comer en la hospedería aunque hay veces que pueden comer en el refectorio. En este caso, las personas que pueden ocupar estas dos mesas (la del Prelado y la del Superior) y las sillas de la cabecera del choro (lugar indicado en la imagen con una +) son el Prelado, los Comendadores y Priores formados y el Superior.

El lugar de la mesa donde se sienta el Superior es el siguiente:

  • Cuando preside el refectorio pero no el Convento, se sienta en medio de su mesa.
  • Si es presidente del Convento, lo hace en el extremo derecho de su mesa.
  • Si es presidente Sede Vacante [periodo en el cual, por circunstancias especiales, ejerce las funciones de Prelado], se sienta en la mesa del Prelado en el extremo derecho. También se puede sentar en la silla de la cabecera del choro.

Cuando viene al Convento los Visitadores no como tales sino como particulares, ocuparán las mesas no como Visitadores sino la que les corresponde como particulares.

Visitadores son los Caballeros o personas de orden que visitan el Convento para comprobar su estado y, en caso de hallarse mal mandar repararlo en un tiempo determinado. Si pasado ese tiempo no se repara tienen la potestad de tomar frutos y rentas del Convento para llevar a cabo la reparación.

El más Anciano de cada choro (si es Cuarto Anciano o presidente, por ausencia del Prelado Administrador y el Superior) entra por la cabecera de la mesa de Ancianos, subiendo por encima de la tarima, y los demás Ancianos entran por la parte inferior de la mesa. El Evangelistero más antiguo de cada choro entra, en la mesa de Novicios, por la cabecera de la mesa de Novicios y los demás, Evangelisteros, Epistoleros y demás religiosos, por la parte inferior. Si fuesen muchos los religiosos que entran a comer al refectorio se deberán poner manteles en las mesas desnudas, pudiendo entrar por su cabecera sólo el Epistolero.

Los Caballeros profesos de la Orden de Calatrava que comen en el refectorio se sientan en la mesa de Ancianos, en su cabecera los más antiguos y los demás entran por la parte inferior de la mesa, como los religiosos Ancianos. Pero si quien preside el refectorio es un Anciano, no le precederá ningún Caballero sino que éste se colocará en la cabecera de la mesa del otro choro, con lo cual tanto el Caballero como el Anciano que preside estarán sentados en la cabecera de una mesa.

Si los Caballeros que comen en el Refectorio son Novicios que no han profesado, tendrán el lugar que les corresponde a los religiosos Evangelisteros en la mesa de los Novicios. Los dos Caballeros Novicios entraran por la cabecera de la mesa, uno en cada choro, y los demás entrarán por la parte inferior de la mesa.

Tanto en la primera mesa como en la segunda, cuando comen el despensero y los que sirven, ningún Caballero Novicio puede colocarse en las mesas de Ancianos aunque estén desocupadas. Lo mismo se ha de decir para los Evangelisteros.

En el caso de que haya muchos religiosos Ancianos en sus mesas, sí pueden ocupar las mesas de Novicios ocupando el asiento de los Evangelisteros y éstos entrarán por la parte inferior de la mesa, como los demás religiosos Novicios. Si en las mesas de Novicios hay Caballeros Novicios los Ancianos que pasen a esta mesa también ocuparan la cabecera y aquellos entrarán por la parte inferior.

En el caso de que los Cuatro Ancianos estén ausentes del Convento, los Ancianos pueden entrar por la parte superior de la mesa aunque no tenga la categoría de Cuartos Ancianos. Si en el Convento no hay Evangelisteros, nunca pueden ocupar la cabecera de la mesa los Novicios ni entrando por la parte inferior.

Si lo estima conveniente, el Prelado puede dar permiso a un Caballero de otra Orden –de Santiago, de Alcántara o de San Juan- a que se siente en la mesa de Ancianos, ocupando el primer lugar y entrar por la cabecera. Por tanto, el Caballero Novicio de otra Orden tiene preeminencia respecto al Caballero Novicio de la Orden de Calatrava al ser considerado como huésped. Este privilegio no lo tienen los Caballeros no profesos, de otras órdenes, cuando entran al Convento ya que, al igual que a los Caballeros de la Orden de Calatrava, se les quita las armas.

A los religiosos profesos de otras órdenes se les da el asiento como si fuera Cuarto Anciano y si el Superior no está en el refectorio y en su choro hay un Cuarto Anciano, se podrá poner –en el choro del Prelado- en el lugar de Cuarto Anciano el huésped.

Cuando entra al refectorio un religioso monacal o mendicante, por ser hermano de alguien de nuestra Orden el Prelado le puede asignar también el lugar que ocupa el Cuarto Anciano o inmediato al Cuarto Anciano y más cuando es un día solemne y el Prelado está obligado a entrar al refectorio, para que ocupen un lugar privilegiado en las ceremonias y observaciones que se hagan. Hay que decir que estar Órdenes monacales o mendicantes también dan un puesto de privilegio a los miembros de la Orden de Calatrava en sus mesas a la hora de las comidas. Aunque lo común es invitar a estas personas a ocupar las mesas conforme a lo que dice la Regla de San Benito, de acuerdo al capítulo LVI que se titula de Menssa Abbatis [Mesa del Abad], donde se dice que la mesa del Prelado se ocupe con huéspedes y peregrinos y otras veces el Prelado manda al religioso que hace oficio de hospedero mayor que coma en la hospedería con ellos.

Los huéspedes y extranjeros comerán siempre en la mesa del abad. Pero, cuando los huéspedes sean menos numerosos, está en su poder la facultad de llamar a los hermanos que desee. Mas deje siempre con los hermanos uno o dos ancianos que mantengan la observancia (Regla de San Benito – LVI).

Ha habido ocasiones, aunque rara vez, que algún eclesiástico o secular, pariente de alguien que viene a tomar el hábito o profesa en la Orden de Calatrava, entre a comer al refectorio. Esta situación presenta muchos inconvenientes porque al no vivir en Comunidad algunas ceremonias les causan risa y, por tanto, lo más aconsejable es que coman en la hospedería o se les convide a la mesa del Prelado.

Los Priores y Rectores de la Orden de Calatrava que entran a comer al refectorio tienen el asiento en mesa de Ancianos y, como suelen ser de más antigüedad que los conventuales, tienen asiento de Cuartos Ancianos; si no fuera así el Cuarto Anciano habrá de preceder al Prior o Rector aunque por ser huésped o por el oficio de cura de almas no deja de tener alguna razón para preceder al conventual –si ha llegado el Convento para algún negocio esta duda cesa, pues el Prelado lo convida a su mesa en la sala de Administración. Si el Prior, el Rector o alguno de los Colegiales del Colegio Imperial de Salamanca de la Orden de Calatrava vienen despacio al Convento es justo que se ponga en el lugar según su antigüedad respecto a los demás Ancianos porque nunca podrán preceder al Superior, aunque el huésped tenga más antigüedad. El huésped tampoco podrá preceder, en el asiento del refectorio (como tampoco en el choro), al Anciano menos antiguo que huésped cuando este Anciano preside el choro o refectorio, porque representa al Prelado a quien nadie debe preceder.

Cuando el Prelado no está en el Convento no tiene manteles su mesa y lo mismo la del Superior cuando está ausente.

Bibliografía:

  • Regla de San Benito.
  • Formularios para hacer pruebas de los hábitos para las Órdenes de Alcántara, Calatrava y Santiago.
  • Definiciones de la Orden de Calatrava, año de 1652.
  • Copia de las escrituras de la Orden de Calatrava.
  • Las Institución, definiciones y actos capitulares de la ínclita caballería de la Orden de Calatrava (Toledo, 1552).

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