Efectos del terremoto de Lisboa en la provincia de Ciudad Real (3)

Antigua iglesia parroquial de Villamayor de Calatrava. Fuente: Lola Hervás.

Moral de Calatrava: Algunas personas, que estaban de pie o sentados, se cayeron al suelo. Un perro estuvo dando alaridos durante todo el tiempo que duró el terremoto, y un rebaño de ovejas, que se encontraba cerca de la villa, cayeron a tierra quedándose de costillas. Causó en todo un gran temor. Los edificios se movieron, dando la impresión de que se venían abajo, separándose su arquitectura que fue un milagro haber quedado en pie. Dichos movimientos se notaron, especialmente, en la torre y el capitel de la parroquia, siento tan grande que hizo tocar las campañas y quedó inservible el madero de la cruz del capitel. La bóveda, sus murallas y cimientos se cuartearon por muchas partes. Lo mismo acaeció en el convento de religiosos franciscanos descalzos y en muchas casas de la población, cayendo alguna de ellas y quedando en muy mal estado, que fue preciso derribarlas o repararlas por la desunión de sus techumbres, desplome en sus lienzos, hastiales y quebrando en sus paredes y cimientos. Algunas casas, para evitar el peligro, se cerraron. A un joven le cayó un hastial, pero no le ocurrió ninguna desgracia. La gente que estaba en misa salió, presurosa, de la iglesia hacia la plaza y el ejido, incluidos los sacerdotes. Se notaron, también, moverse los cerros, rodando algunas piedras. Las fuentes y pozos subieron el nivel de sus aguas, con un espantoso ruido, llegando a rebosar alguno de estos. Algunos vecinos se marearon por el vapor que salió de algunos lugares de la tierra. El sol se mantuvo opaco. El día antes del terremoto corrió un viento fuerte y muy frío.

Picón: Durante el terremoto los vecinos se conmovieron, llegando a temblar los edificios, de tal manera que la iglesia parecía que se venía abajo. La torre de esta se balanceó de un lado hacia el otro, quedando en línea recta cuando terminó, quebrándose dos arcos de las campanas. En la parroquia se produjeron diferentes hendiduras, produciéndose algunos heridos al salir del templo. Un vecino, la noche anterior, dijo haber notado un ruido grande debajo de la tierra.

Porzuna: La gente se asustó y la mayoría de los vecinos, que estaba en el templo oyendo misa, creía que se iba a morir, pues comenzó a caer tierra, sobre todo de la torre y de la capilla, que han quedado bastante afectadas con algunas aberturas. También el edificio del ayuntamiento quedó quebrado y con diversas hendiduras.

Puebla de Don Rodrigo: Antes de comenzar el terremoto, se oyó un ruido como de un trueno debajo de la tierra. La gente quedó con un rostro pálido, como de difunto, yendo de una a otra parte para ponerse a salvo. Se movieron las paredes de las casas, quedando inservibles dos de ellas y varias quedaron con varias rajas.

Santa Cruz de Mudela: Se observó mucho ruido y movimiento de los suelos, paredes y edificios, cuyos efectos fueron que se quebrantó la capilla de Nuestra Señora del Rosario, que estaba en la parroquia de la villa, así como el capital de su torre. La iglesia de Padres Agonizantes quedó con muchos quebrantos.

La Solana: Los vecinos fueron sorprendidos en la hora de la misa, sin afectar a los edificios de esta población con ninguna hendidura. Cayó, del campanario de la iglesia de Trinitarios Descalzos, una piedra partió parte del tejado y dos tirantes. Se separó un arco y bóveda de la iglesia parroquial de Santa Catalina. En el río Azuer se experimentó un movimiento de aguas, que le vino bien a los molinos harineros, sin que hubiese llovido por los parejes.

Terrinches: Las paredes de los edificios se movieron y, los vecinos que estaban en misa vieron cómo caía el yeso del techo y que todo se movía, por lo que salieron del edificio. Como se cerro una puerta con prisas, hubo problemas en la salida de la gente, quedando muchos lastimados sin que sufrieran ninguna desgracia. Pasado el terremoto, se concluyó la misa. La iglesia quedó muy afectada, y cuando fue reconocida por expertos estimaron que era muy posible que de hundiera, por lo que se quiso sacar de la parroquia el Sagrado Sacramento, no se llevó a cabo por estimar que el lugar sagrado más próximo, la ermita de Nuestra Señora de Luisiana, estaba a gran distancia. La parroquia necesitó de varios reparos, quedando el órgano también afectado. Respecto a las casas del pueblo, quedaron muy afectadas y gran parte de ellas se derrumbaron o quebrantado. Varias personas dijeron que el día anterior al terremoto vieron unas nubes con un color como nunca habían visto. La gente salió espantada de la Iglesia y, muchas de ellas, salieron hacia el campo.

Torre de Juan Abad: El terremoto tuvo lugar cuando las personas estaban en misa mayor en la parroquia, advocación de Santa María de los Olmos. Se notó un ruido subterráneo y cayeron varios fragmentos del machón que sostiene la fábrica de la iglesia, en el lado izquierdo de la puerta principal. La gente que había en la iglesia salió precipitadamente hacia la calle, llenas de asombro, a la vez que sentía el temblor del suelo y, especialmente, los crujidos en el retablo mayor y en sus efigies. La torre quedó en ruinas. Terminado el terremoto, los vecinos volvieron a concentrarse en el templo para continuar la misa mayor, para dar gracias a Dios por no haber habido desgracias personales, rezando el Santísimo Rosario, con exhortación de Alonso Guerrero, cura párroco. Durante el terremoto se vieron una gran cantidad de pájaros dando bandadas. Se produjeron ruinas en algunos edificios, como en la iglesia parroquial y la ermita de María Santísima de la Vega, distante media legua de la población.

Torrenueva: El terremoto provocó destrozos en las imágenes del retablo del altar mayor de la parroquia. Quedó quebrantada la muralla de la capilla de Nuestra Señora de Gracia. En la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, patrona del pueblo, ha quedado resquebrajada la muralla de la parte del Poniente, que fue preciso repararla. Algunas casas también fueron afectadas.

Valdepeñas: Al terremoto le precedió un impetuoso aire y los que estaban en la iglesia oyendo misa, salieron precipitadamente hacia fuera. El sacerdote, que estaba celebrando la misa mayor y acababa de consagrar, vio cómo se desprendía el techo de la iglesia y el retablo del altar mayor. Terminó la consagración y se fue a la sacristía. Se vio cómo la iglesia temblaba, así como los demás edificios adjuntos. En el colegio de Trinitarios Descalzos cayó gran parte de una cornisa del dormitorio de los colegiales, causando un gran susto. Según algunos vecinos, volvió a repetirse entre las 11 y las 12, pero con mucho menos vigor.

Valenzuela de Calatrava: Las aguas de los pozos subieron de nivel y cayeron las paredes de muchas casas, siendo necesario derribar muchas de ellas. La iglesia quedó muy destrozada, llegando a tocar las campanas por el efecto del terremoto. La ermita del Santísimo Cristo de la Clemencia (que fue hecha a expensas de los vecinos de esta villa) quedó muy afectada, especialmente en el lienzo o muralla que mira al Norte.

Villahermosa: El terremoto ocurrió cuando muchos vecinos estaban en misa mayor en la parroquia, donde muchas personas vieron caer muchos yesos y chinas, por lo que salieron súbitamente a la calle, y estando en la plaza observaron cómo se mecía la torre y capitel. En ermitas y casas particulares también afectó el terremoto. Una mujer embarazada falleció a los dos o tres días, debido al susto que le produjo el terremoto. Los vecinos atribuyeron a un milagro de Nuestra Señora de la Carrasca el que no hubiera habido más desgracias.

Villamanrique: Las paredes, torres y arcos de la iglesia tuvieron un gran movimiento, causando un gran miedo a los vecinos de este pueblo. Los que estaban en sus casas, igual que los que se encontraban en misa, salieron hacia la calle. Los edificios altos sufrieron gran quebranto, especialmente la torre de la parroquia, quedando su fábrica cuarteada por su parte Norte. En la ermita de San Miguel, en la calle Real de la villa, se produjo el desplome de la bóveda que mira al Sur, separándose como tres dedos de su muralla, y unos arcos quedaron cuarteados. Después del terremoto, el cura párroco terminó la misa mayor, dando gracias a Dios por no haberse producido ninguna muerte ni haber habido ningún herido. Los Capitulares, el señor cura y los eclesiásticos y personas particulares, acordaron y votaron que, en lo sucesivo, el día primero de noviembre se celebrara con igual solemnidad la misa mayor, confesando y comulgando dos personas de cada casa, acompañando el Santo Rosario, que había de salir por las calles por la tarde de dicho día, y después de haber cantado el miserere por los eclesiásticos del pueblo.

Villamayor de Calatrava: Se observó que el suelo se movía, dando vaivenes de un lado a otro. Muchas carretas que circulaban por el pueblo se levantaron hacia arriba. La torre de la iglesia parroquial se vio muy afectada, así como su capitel quedó ladeado. Las ventanas quedaron en ruina. Las tres ermitas de la villa (de Santa Ana, de San Miguel y de San Benito) quedaron muy afectadas, y lo mismo ocurrió en todas las casas de la población.

Villanueva de la Fuente: Se oyó un ruido como de tambores y tuvo lugar en el momento en que se estaba celebrando la misa mayor, causando confusión en los diáconos y el preste. El retablo y el techo crujieron, observando cómo se movía el edificio. Sintieron que el altar se demolí a y fueron a buscar refugio, amontonándose en la salida de las puertas, dejando la iglesia vacía. Terminado el terremoto se prosiguió la misa. Murieron un asno y una oveja, por efectos del terremoto. El agua se volvió turbia y duró como unas tres horas esta situación.

Villanueva de los Infantes: El terremoto causo temor en sus vecinos. No se experimentó daño alguno en edificios ni en casas, por lo que el cura dispuso una función solemne en la iglesia, que se celebró en el convento de religiosos del Padre San Francisco, con sermón, misa y procesión de Jesús Sacramentado, cantando el Te Deum Laudamus por acción de gracias.

Villanueva de San Carlos: En algunos pozos se observó una subida del nivel del agua. Hubo algunas casas que se resquebrajaron, cayendo algunos pedazos de tapias y lienzos. Donde más se advirtió los efectos fue en las Casas Consistoriales, donde se desplomaron las tapias.

Villar del Pozo: Los edificios se movieron con mucha violencia, por los que los vecinos salieron de sus casas. Sólo experimentó daño un lienzo de las paredes de un cuarto de la casa del cura, un hastial de la casa de la encomienda del Señor San Juan y el arco toral de la iglesia parroquial.

Villarrubia de los Ojos: Se advirtió un gran ruido y, al mismo tiempo, moverse la tierra y los edificios, y las casas menearse. Ocasionó graves perjuicios en las casas, pues se cayeron mucha parte de los cuartos y paredes. El mayor perjuicio lo sufrió la parroquia, abriéndose desde la cornisa del tejado hasta la puerta, abriéndose también la cornisa del tejado y toda la bóveda se desunió de las paredes. Su arco se rajó mucho. Los vecinos advirtieron, entre las tres y las cuatro de la mañana, que se levantó un aire muy fuerte y recio que no permitía andar a las gentes con normalidad y se llevaba las tejas de los tejados. Los vecinos quedaron confusos y preocupados por la situación en que quedó la iglesia y toda su bóveda.

Viso del Marqués: Se oyó un ruido extraño, como de tambores destemplados, para después comenzar el suelo a temblar. Los edificios se tambalearon, dando vaivenes, y quedando los más alto quebrantados, como se experimentó en las murallas de la iglesia parroquial y su torre. Su reparo, tasado por peritos, fue estimado en 38.000 reales de vellón. Quedó afectada las murallas del Palacio del Marqués de Santa Cruz.

Daimiel: Hubo roturas graves en casi todos los edificios grandes, y también en muchas casas, pero donde causó más daño fue en la parroquia de Santa María, cuyas bóvedas quedaron quebrantadas, ladeado el capitel y cruz de la torre, y la madera del tejado desunida. En la parroquia de San Pedro, en la iglesia de Carmelitas descalzas (cuyo coro no se puede usar), en las Religiosas Franciscanas, en las de San Francisco de Paulas y en la de Carmelitas descalzas hay las mismas quiebras, y la misma necesidad de reparo. Los claustros, oficinas y celdas de los conventos se apuntalaron.

Malagón: Quedó arruinada la torrecilla donde estaba la campana del reloj, la iglesia se quebrantó mucho y se estimó su reparo en 1.000 pesos. El castillo antiguo quedó en tal situación que fue necesario derribarlo. La iglesia de los Franciscanos Descalzos, y varias casas, sufrieron también perjuicios.

Manzanares: El terremoto hizo que sonaran las campanas y se elevaron las aguas de los pozos. Las aguas del río Azuer salieron de su cauce. Una piedra de un molino se inclinó algo hacia el Sur, y pasado el terremoto volvió a andar. Se resintió el arco toral del convento del Carmen descalzo y algunas ermitas.

Piedrabuena: En la parroquia, las bóvedas de la capilla de Nuestra Señora del Rosario, la de Nuestra Señora de la O, la del Ecce homo, la bóveda de la Sacristía, y el cuarto donde estaba el reloj quedaron con grandes quebrantos y con necesidad de repararse. Lo mismo sucedió en varias casas.

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