A finales de 1931 y comienzos de 1932 se producen en España movilizaciones de campesinos por considerar que sus condiciones de trabajo son nefastas y están mal pagados –se comienza con los sucesos de Castilblanco y se termina con los sucesos de Arnedo.
El 15 de marzo de 1936 el Sr. Azaña, a preguntas de los periodistas, anunció que la suspensión de las manifestaciones campesinas -en toda España- se había producido a iniciativa de los organizadores y no obedecía a ningún acuerdo del Gobierno. Por otra parte, la madrugada de este mismo día el subsecretario de Gobernación, Sr. Cremades, facilitó dos notas -una de la Federación de Trabajadores de la Tierra, y otra dada Seguir leyendo …
