Corría el mes de octubre de 1895 cuando, tras las fuertes lluvias, la vía del tren de Valdepañas a Calzada (el trenillo) sufrió graves desperfectos en el puente del río Jabalón y al lado del arroyo Sequillo, a la entrada de Calzada de Calatrava. Esto ocasionó que no pudiera circular el tren hasta que las obras finalizaran. El cómo se llevo a cabo dichas obras puede encontrarse en las cartas que Perico (hijo de D. Pedro Ortiz de Zárate) envió a D. José María Zavala Ortés de Velasco (senador por la provincia de Álava e hijo de la condesa de Villafuertes, que fue dueña la finca de Sacristanía).
Carta del 31 de octubre de 1895
Querido amigo José Mª: En este momento, con hora y media de retraso en el mixto de Andalucía, sale su hermano el Conde [se refiere a Federico de Zavala Ortés de Velasco, conde de Villafuertes, hijo de Mª Josefa Ortés de Velasco y Urbina –que fue dueña de la finca de Sacristanía] para Madrid.
Supongo a Vd. ansioso de noticias relacionadas con el desperfecto o desperfectos sufridos en el ferrocarril, ocasionados por los últimos temporales, y voy a tener el gusto de transmitirle, relativamente, tranquilizadoras nuevas.
Ayer llegó el Ingeniero de la División Sr. Loring (hijo del Marqués) y el Ayudante de esta sección a verificar detenida inspección de toda la línea y, en particular, de los puntos que han dado lugar a las actuales interrupciones. Como tenía ya buena, aunque modesta amistad con el Sr. Loring, éste se mostró lo más amable y condescendiente que Vd. se puede figurar, autorizándonos para que se establezca, provisionalmente, andamiaje que sustituya la aleta del puente [en referencia al construido en el río Jabalón] y, una vez establecido paso para los trenes y cuando buenamente se pueda, se levante la aleta destruida previo reconocimiento de los cimientos, los cuales es seguro nada han sufrido. En este punto admiro la magnífica mezcla y solidez de las obras, admirándose de que, batido por las aguas al descubierto y por detrás el estribo del puente, ningún desperfecto ha sufrido.
Fuimos después a las dos cortaduras del Kilómetro 42 [al lado del arroyo Sequillo] e indicó le parece conveniente hasta para que evitemos nuevos prejuicios de reparaciones, construyamos junto al pontón una pequeña alcantarilla pero no por el estilo lujoso y caro de todas las obras que tenemos sino lo más barata posible, es decir, con buena mezcla pero nada absolutamente de piedra labrada; y aún esto también más como consejo y súplica que como imposición. Y con esto, y comiendo muy amigablemente y muy deprisa, se terminó la visita de Inspección alegrándose de que hayamos llamado a Elósegui, porque así se evitan hacer el reconocimiento del puente y dan por bien hecho cuanto él haga. Dentro de 15 días volverá Loring acompañado de su padre a pasar un día en Montanchuelos, y con ellos pasaré a Puertollano donde me enseñarán la bonita maquinaria traída y grandes trabajos de preparación que tienen hechos en su gran coto minero.
Aunque incompetente en absoluto, me parece y sólo lo consigno porque tenga Vd. una idea de los desperfectos sufridos, que con cinco mil pesetas o menos volverá a quedar la vía en tan buenas condiciones o mejores condiciones que se encontraba antes del último temporal.
Parece confirmarse se construirán dos importantísimas bodegas en el Moral con empalme a nuestra línea, lo que mejorará mucho el tráfico de nuestro ferrocarril en dicha estación, tanto en uvas como en vino.
Cariñosos recuerdos a Trinidad, sus hijos y Mademoiselle.
Perico.
Fuente: Documentación depositada en FSS por la familia Martínez de Pisón Verástegui. Del archivo de la Fundación Sancho el Sabio.