Maniobras de un Infante en Calzada

El Infante Fernando de Baviera

El Infante Fernando de Baviera.

En noviembre de 1917 llegó a Ciudad Real una expedición militar compuesta de 35 jefes –capitanes, comandantes, tenientes coroneles y coroneles- entre los que se encontraban Su Alteza Real, el Infante Fernando de Baviera, y los generales Zabalza y José Cavalcanti de Alburquerque (marido de la hija de Emilia Pardo Bazán, Blanca Quiroga Bazán). El objetivo era llevar a cabo una serie de maniobras militares por diversos pueblos de la provincia. La división estaba compuesta por los regimientos de Lanceros de la Reina, Lanceros del Príncipe, Húsares de la Princesa y Húsares de Pavía y el 4º Regimiento ligero de Artillería. Los militares se mostraron muy agradecidos por las atenciones dispensadas, haciendo mención especial a Calzada de Calatrava.

Entre las diez y la una del día 16 llegaron a Calzada los militares en diferentes grupos, siendo recibido el Infante Don Fernando por el alcalde Pérez Muñoz y demás autoridades y vecindario. El primero se alojó en casa de Juan Villalón, el general Zabalza en casa de Luis Maldonado, y el general Cavalcanti en casa de la viuda de Delmas. La visita al infante duró sobre una hora larga, derivando la conversación a las Órdenes Militares por ser este pueblo antiguo feudo de los calatravos y el cura párroco, Serrano Cañas, pidió a Su Alteza que hablara con la administración pública para conseguir una subvención para ensanchar la Iglesia Parroquial. El infante prometió apoyar esta iniciativa, sin garantizar que tuviera éxito.

Por la tarde visitaron los expedicionarios las ruinas de la antigua Iglesia Parroquial, incendiada en la Primera Guerra Carlista- donde el general Cavalcanti de Alburquerque hizo gala de sus aficiones y conocimientos históricos. Las militares partieron de Calzada a las ocho y media de la mañana del siguiente día, fraccionándose en dos grupos: uno salió para Aldea del Rey y otro para Villanueva de San Carlos para coincidir por la noche en Puertollano. Antes de partir, el general Zabalza se despidió del pueblo en la persona del alcalde, reiterándole la gratitud y el afecto  de la división de Caballería de la 1ª Región.

Las maniobras que la división de Caballería llevó a cabo se ajustó al siguiente supuesto, según se describe en El Pueblo Manchego:

“Un ejército azul ha avanzado desde la costa sur de España, llegando rápidamente a las primeras estribaciones de Sierra Morena, viéndose obligado allí a hacer frente hacia oriente para contener a fuerzas que, organizadas en la tercera Región, se dirigen desde Albacete sobre su flanco derecho con intención de cortar sus comunicaciones.

Otro ejército aliado del primero ha avanzado rápidamente desde el oeste, siguiendo la directriz de la vía férrea de Badajoz, con intención de envolver las defensas de Sierra Morena y unido al primero a la salida de los desfiladeros, avanzar fácilmente sobre Madrid por la llanura de la Mancha.

La aviación del ejército propio (rojo), deficiente e inferior a la del enemigo, sólo ha logrado señalar la presencia de un núcleo enemigo en el Guadalquivir y otro al parecer de dos o tres cuerpos del ejército en las cercanías de  Almadén. La división se halla acantonada en Alcázar cuando se señala la presencia de caballería enemiga sobre la línea Santa Cruz de Mudela-Granátula-Ballesteros; entonces recibe la orden de avanzar en reconocimiento, con el fin de comprobar la situación de los núcleos enemigos, su fuerza e intenciones probables, llevando su acción tan a fondo como sea preciso para conseguir tan indispensables datos”.

Fuentes: El Pueblo Manchego.

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