El índice de libros prohibidos (Index Librorum Prohibitorum et Derogatorum) fue una relación de los libros establecida por la inquisición española cuya lectura y difusión estaba prohibida en España, siendo reeditado varias veces. Y era a través de los edictos de fe donde se invitaba a la denuncia de los que eran culpables e incluía una inventario muy detallado de todas las conductas heréticas (indicios judaizantes o que delataban a los moriscos que seguían perteneciendo a la “secta de Mahoma”, pertenencia a la “secta de Lutero” o la “secta de los alumbrados”, blasfemias, brujería, solicitación, bigamia, etc.) y de los libros cuya posesión y lectura estaba prohibida, añadiéndose en 1738 un párrafo sobre la masonería. Respecto a esto último, voy a escribir sobre lo ocurrido en Almagro cuando una compañía de cómicos interpretó una comedia y un sainete que estaban incluidos en estos libros prohibidos.
Corría el año 1799 cuando el comisario del Santo Oficio de Almagro Antonio Velázquez pone en conocimiento de Tribunal de la Inquisición de Toledo que ha dado orden de recoger una comedia, intitulada Santa María Egipciaca, y el sainete Los payos hechizados, Juanito y Juanita para que dejasen de ser representados por una compañía de cómicos que en el mes de mayo habían llegado a este pueblo para hacer teatro. Los actores cómicos fueron amonestados e informados de que no las volviesen a representar, una por ser muy criticada por los moralistas al centrarse más en la vida pecadora de la santa que de sus virtudes, introduciendo papeles profanos en su hagiografía, el otro por contener errores y cosas lascivas, amatorias y de hechicería y, por tanto, las dos obras estaban comprendidas en la séptima regla del expurgatorio general sobre índice de libros prohibidos y mandados expurgar:
Regla VII: Se prohíben libros que tratan de cosas lascivas aunque no mezclen herejías y errores, pero se permiten los libros antiguos de amores escritos por étnicos, por su elegancia y propiedad, pero sin ser leídos a la juventud.
Además, la comedia Santa María Egipciaca estaba prohibida por el edicto de 13 de noviembre de 1796 y el sainete Juanito y Juanita por el edicto de abril de 1796.
La intervención supuso la requisa a la compañía de cómicos de todos los ejemplares de esos dos libros, remitiendo uno de los ejemplares al Santo Oficio de Toledo, en la que participó como ayudante el consultor y abogado de los Reales Consejos Miguel Antonio Cortés que comprobó cómo los actores, a pesar de haber sido notificados para no representar esas obras, volvían a repetir Los payos hechizados el día 19 de mayo, por lo que el comisario determinó ponerse en contacto con el Gobernador político y militar de Almagro, Manuel Moreno, para que con su ayuda se procediese a registrar las comedias y entremeses de la compañía y recoger aquellos que estuviesen prohibidos.
Tras ser informado el Consejo de la Suprema Inquisición de esta delación determinó aprobar la conducta del comisario por retirar los dos libros, pero estimó que para esas diligencias correspondían al Gobernador político y militar de la villa, que tenía las competencias para suspender las representaciones y retirar la comedia y el sainete.
Comenzaron representando la pieza teatral Santa María Egipciaca, prohibida por resolución y Real Cédula de 9 de junio de 1769, habiendo ofrecido repetirla al día siguiente como así indicaban los carteles fijados por todo el pueblo. El comisario mandó a uno de los individuos del Santo Oficio a practicar diligencias que evitaran su representación, hallándose con la novedad de que los cómicos se negaron a cumplir los mandatos del comisario, por lo que éste se reunió con el Gobernador Manuel Moreno, caballero de la Orden de Calatrava, quien informado de lo que estaba pasando dijo que se podía dejar repetir la comedia y recogerla después. Los cómicos, viendo que la mayor gente del pueblo estaba en contra de la representación y no acudirían a ella, consideraron un trabajo infructuoso repetirla y entregaron los ejemplares de la comedia al funcionariado de la inquisición, siendo uno de ellos enviado a Toledo.
Pocos días después, el 19 de mayo, interpretaron Los payos hechizados a pesar de que en todas las iglesias y conventos de Almagro se publicó un edicto, fechado en Toledo el 7 de abril de 1799, en el que expresamente se prohibía este sainete, por lo que produjo un gran escándalo su representación en personas que ya tenían conocimiento de su prohibición. Al día siguiente, el personal de la inquisición pasó a recogerlo y aunque le hicieron entrega de un ejemplar, dijeron que tenían más y que representarían otra vez el sainete cuando les diese la gana, dando a entender el poco aprecio que hacían a los mandatos del Santo Oficio y sus ministros. Ante esta nueva situación, el comisario escribió un oficio al Gobernador con el fin de que lo auxiliase para hacer un examen prolijo y escrupuloso de las comedias, autos sacramentales, tragedias y demás sainetes y entremeses que pudieran contener expresiones erróneas o lascivas. El Gobernador, que llegó a Almagro desde el Rosellón con motivo de las guerras con los franceses, se manifestó contra todos los individuos del Santo Oficio que había en Almagro -dos comisarios, dos calificadores, un consultor, el alguacil mayor y siete familiares- y que se correspondían con arreglo al número de vecinos. Sentía hacia ellos un fuerte rechazo, los gravaba con impuestos, no les tenía el aprecio de que eran acreedores de acuerdo a la Constitución del Papa Pío V y se descubrió ser un acérrimo defensor de los cómicos. Según el informe emitido a Toledo, se habla de que les tenía un odio implacable, llegando a tratar de sobornarlos y perseguirlos. Como prueba de ello es que habiéndose presentado el consultor del Santo Oficio en el paseo público el 2 de junio, donde había multitud de gente, acompañado del licenciado Josef María Ximénez –abogado de los Reales Consejos- y Juan Quiroga –regidor perpetuo- apenas se presentó el Gobernador en el paseo se encaró con él diciéndole que no usara la venera, ni en público ni en secreto, como ahora lo hacía. Miguel Antonio Cortés le respondió que era una insignia permitida que usan todos los que pertenecen al Tribunal, por lo que el Gobernador le mandó que se la quitara inmediatamente ya que si no lo hacía se la arrancaría, para bochorno público, y después lo metería en la cárcel. También habló, para que lo oyera la gente presente, que iba a comenzar a hacer diligencias con los familiares del Santo Oficio –Francisco García Montañés y Agustín Pérez- para prohibirles que se pusieran la venera o cruz, así como despojar al alguacil mayor la insignia del bastón.
Por último, el 15 de junio de 1799, el Consejo informa al Inquisidor General el haber aprobado la conducta de haber recogido la comedia y el sainete, aunque debería haber acudido también el Gobernador Político y Militar de Almagro para mandar que se suspendiera la representación y que los cómicos le entregasen todos los ejemplares que tenían y no notificársela a éstos. Considera el Tribunal que esas obras son obscenas y deben prohibirse. En cuando a los agravios que están recibiendo los individuos de la inquisición en la villa de Almagro solicita que se hagan informes secretos sobre la certeza de ello.
Funete: Archivo Histórico Nacional.