Cuando terminan el último plato los religiosos van poniendo el pan sobrante detrás del salero para que se los lleven los que sirven. Hasta que todos ellos no estén quitados, y se los lleven a la ventana que comunica con la cocina, el Prelado o el Superior Presidente no retiran el suyo. Cuando se han llevado los platos de éstos el Prelado quita con la servilleta las migajas de su mesa –echándolas hacia sí-, limpia el cuchillo y la dobla. Puesto el cuchillo junto con la servilleta y los trozos de pan que le han sobrado lo mismo comienzan a hacer todos los demás religiosos o Caballeros que están en sus mesas y esperan a ver lo que hace quien preside el refectorio.
De los que sirven, que están esperando en las mesas desnudas, el que sirve primero –cuando ve al Prelado doblar su servilleta- coge el cestillo del pan y, comenzando por las mesas de Novicios de uno y otro choro y en función de menor a mayor antigüedad, se encarga de recoger las servilletas que ya están dobladas y que va tomando de las manos de los religiosos. Por último, las va colocando en el cestillo de pan. Al terminar de recoger las servilletas y si son tres los que sirven, el que sirve primero se coloca en medio –aunque los otros dos sean más antiguos que él- y si no son más de dos el que sirve primero pone el cestillo en medio de ellos.
Recogidas las servilletas, el Presidente, con la mano derecha, saca los trozos de pan que tiene a su lado y los deja en el canto de la mesa frente a sí –lo mismo hacen los demás religiosos- y da un golpe en la mesa para que venga a retirarlo el que sirve de primero. Toma éste el cestillo por el asa con la mano izquierda, coge el pan con la servilleta que tiene en la otra mano y lo echa al cestillo que arrima al mantel para que no caiga al suelo –tanto al retirar como al marcharse hace venia. Antes de quitarle el pan al Superior se inclina al pasar por la imagen del Santísimo Cristo –lo hace de la misma forma sólo que sólo hace venia cuando le retira el pan con la servilleta. Sigue quitando el pan a los Ancianos y Novicios del lado del Superior, haciéndoles venia conforme se los va retirando y éstos bajan la cabeza pero sin quitarse el bonete ni el sombrero –si es Caballero. La última mesa del choro que quita es, en el caso de que hubiera alguien comiendo por estar en penitencia, la mesa desnuda –en este caso, el que sirve le hace venia en medio del refectorio. De la misma manera recogen el pan del otro choro, el correspondiente al Prelado, mudándose la cesta a la mano derecha y la servilleta a la mano izquierda.
Es de señalar que al único que no se le hace venia al quitarle el pan es al Maestro de Novicios, por la autoridad que tiene sobre los que sirven. Terminado de quitar el pan, el primero que sirve deja la cesta sobre un poyo y va a ayudar a sus compañeros a quitar los vasos.
Si está el Prelado pero no así el Superior, después de quitarle el pan a aquel sigue quitándoselo a los del choro izquierdo. Si el que preside es el Superior comienza a quitar el pan a los del choro de éste y luego a los del otro choro. Si el que preside es un Anciano, se comienza quitándole a él el pan, después a los de su choro y se termina con los del choro contrario.
Con la mano derecha se le quita el pan al Prelado, al Superior, al Anciano que preside y a los del choro derecho. Con la mano izquierda a los del choro izquierdo, salvo al Anciano que preside si está en este choro.
Bibliografía:
- Regla de San Benito.
- Formularios para hacer pruebas de los hábitos para las Órdenes de Alcántara, Calatrava y Santiago.
- Definiciones de la Orden de Calatrava, año de 1652.
- Copia de las escrituras de la Orden de Calatrava.
- Las Institución, definiciones y actos capitulares de la ínclita caballería de la Orden de Calatrava (Toledo, 1552).
- Ceremonial Monástico para los que siguen la Regla de San Benito, concedido por Pablo V.
- Ceremonial cisterciense.
- Descripción del sacro convento y castillo de Calatrava la Nueva, colección de Salazar y Castro. Biblioteca de la Real Academia de la Historia.