El conde de Romanones, en mil novecientos trece, llevó a cabo un proyecto para declarar voluntaria la enseñanza del catecismo en las escuelas públicas que motivó una inmensa oleada de protestas con el fin de que la enseñanza de la religión católica continuara siendo obligatoria para todos los alumnos de las escuelas primarias oficiales. Ante las protestas en todo el país el gobierno abandonó sus intenciones.
Fueron varios los manifiestos lanzados contra esta política del gobierno, como por ejemplo el escrito de los caballeros de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa al conde de Romanones, que decía: “rogamos inspire los actos del Gobierno en el más rendido respeto a nuestra sacrosanta Religión, no consintiendo que la enseñanza del Catecismo deje de ser obligatoria en las escuelas públicas de primeras letras de nuestro país, única garantía, por otra parte, para mantener la paz de los espíritus base indispensable de la paz social”. Por otra parte, los maestros de Calzada de Calatrava -Felipe Naranjo y Luisa Franco de los Ríos- firmaron el que lanzaron los maestros nacionales y varias asociaciones religiosas de esta villa protestaron y enviaron la siguiente carta el Presidente del Consejo de Ministro, el conde de Romanones:
“Por la prensa periódica hemos visto que el Gobierno que preside trata de quitar de las escuelas primarias la obligación de que el maestro enseñe y los niños aprendan la Doctrina Cristiana, por un simple Decreto, como si fuera el nombramiento o cesantía de un empleado.
Creemos que es arbitrario ese Decreto; más aún, creemos que en buena doctrina constitucional no se atrevería V.E. a sostenerlo. Porque no es el ministro que decreta, ni el monarca que refrenda, quienes pueden poner manos en ese asunto; es una cuestión legal que las Cortes, nada más que las Cortes, pueden decretar, y, seguramente, no decretarán si tienen en cuenta que tal Decreto barrenaría, por su base, los fundamentos sociales sobre que en España se asentó nuestra civilización, nuestra nacionalidad y nuestra historia de veinte siglos. Va contra el Concordato.
Es, además, injusto. ¿Para quién gobierna vuecencia? Para España, para la nación. Y sabe muy bien que aquí no somos más que católicos, como V.E. mismo reconoce. Y si lo duda, vea cuál es el número de los que, en todo caso, pudieran pedir ese Decreto; reste ese número del inmenso número de firmas, pliegos y telegramas que está recibiendo todos los días; lo que en el mitin, en la protesta, pedimos que no se dé ese paso tan insensato y atrevido y verá cómo con nosotros, protestan los elementos sanos del país, el Episcopado, la aristocracia, las juventudes, todo lo que siente y piensa en el negro porvenir que se prepara en lontananza para las generaciones venideras. Y contando el sentimiento católico con una abrumadora mayoría en cantidad y calidad a su favor, por él y para él debe pronunciarse V.E., que antes que liberal debe ser lógico, rindiéndose al número, dogma y base de todo edificio liberal.
Creemos que no dará V.E. ese Decreto, y así se lo rogamos y pedimos, invocando el sagrado de su conciencia, el nombre de su madre que, en este caso seguiría y firmaría nuestra protesta con toda su alma cristiana, que no puede menos de serlo toda alma que se precie de haber respirado en la España del Pilar y de Covadonga.
Pero si en contra de la voluntad del país, tan elocuente y gallardamente manifestada, ese Decreto llegará a ser un hecho, nosotros, ante las aras de Jesucristo Sacramentado que acabamos de recibir, que acaban de recibir nuestros hijos, que en número de doscientos han hecho hoy su primera Comunión, protestamos contra él, porque es arbitrario, va contra el Concordato, es injusto y anticonstitucional. Porque si se quita el Catecismo de la Escuela, se arroja de allí a Dios, y una escuela sin Dios, señor presidente, es una escuela de la semana roja con todas sus desastrosas consecuencias.
Calzada de Calatrava, a 17 de marzo de 1913.
Firmas:
Por la Conferencia de San Vicente de Paúl, Adelaida Fournier: 90 firmas.
Por las Hijas de María, Ramona Torres: 106 firmas
Por el Apostolado de la Oración, Bonifacio Villalón: 251 firmas.
Por la Cofradía de Jesús, Constanza Fournier: 362 firmas.
Por la Cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, Antonio Sánchez: 268 firmas.
Por la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, Blas Ruiz Olmo: 298 firmas.
Por la Cofradía de las Ánimas, Ignacio Rivera: 69 firmas.
Por la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, Andrés Muñoz y Cazares: 356 firmas.
Por la Cofradía del Sagrario, Melecia Martínez: 245 firmas.
Por la Cofradía del Salvado, Adela Valencia: 357 firmas.
Por la Cofradía de San Antonio de Padua, Dionisio Sánchez: 291 firmas.
Por la Cofradía de San Antonio Abad, Manuela Benítez: 98 firmas.
Por la Cofradía de San José, Josefa de León, viuda de Delmas: 281 firmas.
Total: 3.072 firmas, a las que se puede sumar las de todo el pueblo, que en masa pide que no le quiten el Catecismo de la Doctrina Cristiana.
Fuente: El Pueblo Manchego