El juicio que olvidó la compasión
El expediente, del que fue presidente de la UGT y fundador de la Casa del Pueblo de Calzada de Calatrava, no fue examinado con ojos humanos. Se consideró una traición, ya que había cumplido una orden oficial dada por un superior. Una orden que lo transformaba en cómplice. La balanza judicial se inclinó más a favor de su obediencia institucional que de su resistencia moral. El proceso sumarísimo, que lo Seguir leyendo …
