Entrevista con la alcaldesa de San Miguel de la Ribera, Raquel Pascual Blanco

Convento de Aldea del Palo
Convento de Aldea del Palo, donde estuvo nuestro beato Fray Jorge de la Calzada

El beato Fray Jorge de la Calzada, nacido en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), estuvo profesando en el convento de Aldea del Palo, situado en San Miguel de la Ribera, como franciscano descalzo. A través de la red social Facebook pude contactar, en un grupo de ese pueblo, con Eladio Riesco Hernández, autor del libro “Teresa y la noble villa Aldea del Palo”, que me sirvió de intermediario para ponerme en contacto con su alcaldesa, Raquel Pascual Blanco, que no puso ningún inconveniente en contestar a las siguientes preguntas.

Cuéntenos cómo es San Miguel de la Ribera y, para un turista que lea esta entrevista y quiera visitarlo, dónde está situado y cómo llegar a esta ciudad.

Se encuentra situado a 22 Km de la capital (Zamora), en la carretera que la une con Fuentesaúco, entre las localidades de El Piñero y Argujillo. Si vienes desde Madrid, lo mejor es desviarte en Toro, dirección Venialbo; y si es desde Salamanca, deberás coger la salida de Cubo del Vino, dirección El Piñero. En el pueblo residen unos 300 habitantes, tiene bar, frontón, plaza de toros, iglesia, ermita recientemente restaurada, pabellón de deportes y un atractivo paseo, siguiendo el arroyo Talanda hasta la localidad de Argujillo.

Antiguamente dicho pueblo era conocido como Aldea del Palo, ¿a qué se debió el cambio de nombre? ¿se sigue utilizando el antiguo para hacer referencia a él?

Entre los términos municipales de Fuentespreadas , El Piñero, Venialbo, Toro, Villamor y Argujillo se encontraba un lugar a mediados del siglo XVI, cuyos vecinos en número de ciento ochenta, se dedicaban principalmente a las labores del campo, propias de la tierra del pan y del vino, con un pequeño complemento de ganadería, pequeño porque la naturaleza del terreno, escaso de pastos y arbolado, hacía poner toda clase de vetos a la entrada de los ganados, no sólo en las tierras de labranza sino también en los prados, llamados “sanjuaniegos”, por estar prohibido su pasto desde primero de febrero al día de San Juan (24 de junio), y lo mismo en el prado de la Vega, destinado a los bueyes, en el que se segaba hierba para bueyes y mulas. El monte era de mata baja y apenas empezado a formarse contaba con algunos sotos escasamente poblados. En sus campos se cultivaba el trigo, la cebada, el centeno y la avena; donde lo pedía el terreno, melonares y garbanzales; también viñas y huertas, indispensables en la vida de toda agrupación rural.  Su extensión no era mucha: tres cuartos de legua de largo por media, poco más o menos, de ancho. En uno de los terrenos comunales había un manantial de donde se surtía al vecindario. El nombre de este lugar era Aldea del Palo y formaba parte del grupo de aldeas pertenecientes a la ciudad de Zamora. El calificativo de Palo viene del latín, palus paludis, que se traduce como zona pantanosa, aguazal, laguna… generada por el paso del Talanda. Al cambiar el nombre se transformó en Ribera. San Miguel, por ser ese arcángel quien preside el retablo del Altar Mayor de la iglesia.   

La Princesa Gobernadora, atendiendo a tantas razones, firma la concesión en nombre de Felipe II y accede a la demanda de poder pasar de aldea a villa, por los buenos servicios que le han hecho los vecinos y moradores del lugar y ”porque nos servisteis, ayudasteis y socorristeis para las necesidades contenidas en nuestras dichas cartas de poder… la guarda y provisión de las fronteras de estos reinos y de África, y para la paga de las galeras y otras cosas muy importantes con un presupuesto de ciento setenta mil maravedíes”, cuya cantidad se comprometen a pagar por medio de su representante a fines de noviembre del mismo año de 1558. Por el privilegio, en que dice “vos hago villa”, les exime enteramente de la jurisdicción de la ciudad de Zamora, concediéndoles para sí mismos jurisdicción civil y criminal, “alta y baja, mero y mixto imperio”, en el lugar, sus términos y dezmería, dentro de los límites y mojones que tiene en este momento. Los autoriza a tener horca y picota, cuchillo, cárcel y cepo, como lo tienen las demás ciudades y villas. Pueden, en adelante, elegir anualmente los cargos del Concejo, constituidos por los alcaldes ordinarios, un alcalde de hermandad, un alguacil, regidores, un mayordomo, un procurador, fieles, guardas y otros oficiales, como es costumbre en las villas realengas, los cuales, alcalde y alguacil, llevarían vara de justicia cuando ejerzan su autoridad. Quieren también borrar su antigua humilde condición de aldea implícita en el nombre y así les concede que se puedan “nombrar, intitular y escribir villa de San Miguel de la Ribera”.

¿Qué tiene San Miguel de la Ribera para hacerlo un lugar ideal donde vivir o ser visitado? ¿qué podemos ver y dónde alojarnos?

Culturalmente hablando, un siglo de Oro por el que pasaron personajes como San Pedro de Alcántara, con la fundación del convento franciscano, Santa Teresa (vivió más de un año), doña Guiomar de Ulloa, el padre Prádanos, la beata Maridíaz … destacan las ruinas del convento franciscano. En la iglesia hay un niño Jesús, recientemente restaurado, un crucificado y una imagen de Santa Teresa, de un discípulo de la escuela de Gregorio Fernández; en la ermita podemos contemplar una cruz arbórea impresionante, que fue la primera de la imagen del Cristo de las Injurias de Zamora.

El pueblo cuenta con dos casas rurales, propiedad del ayuntamiento, para poder alojarse y en la capital un número considerable de hoteles de diferentes precios.

Háblenos de lo que fue el convento de Aldea del Palo, actualmente en ruinas y en manos privadas, y su relación con Santa Teresa de Jesús, San Pedro de Alcántara y la familia Guiomar. ¿Se ha intentado, desde al Ayuntamiento, ponerse en contacto con sus actuales propietarios para restaurarlo?

La aceptación del convento se hizo el 9 de enero de 1561, publicándose la orden de su fundación en el registro del convento de El Pedroso, veinticuatro días después y cuando se celebró Capítulo: “porque empezase a serlo en la realidad, como lo era en el nombre, concluidas las funciones capitulares, decretó venir a registrar el sitio y fundar en la noble villa de Aldea del Palo el convento ofrecido y aceptado.” Enterada doña Guiomar de Ulloa de la partida de su padre espiritual a La Aldea del Palo y deseando no perder tan buena ocasión como se le ofrecía, partió de la ciudad de Ávila alegando motivos de servir a su amiga Santa Teresa en la expedición de un negocio que le había encomendado y atender, en la ciudad de Toro, algunas dependencias de su casa. Se acercó a dicha villa, donde encontró a Fray Pedro de Alcántara, que había sido recibido con el aplauso merecido por sus virtudes. La nobleza de esta villa, que siempre fue grande, acogió con gusto a doña Guiomar, quien viendo a su confesor y amigo halló cuanto deseaba en este mundo para el consuelo de su alma. Le ofrecieron varios sitios al Fundador, que finalmente eligió para huerta y convento una heredad que ofreció doña Guiomar generosamente. Por este hecho, fue recibida esta venerable viuda como patrona del lugar, y la construcción se levantó después a expensas de personas principales de la villa y particulares devotos.

Elegido el sitio, partió Pedro de Alcántara a la ciudad de Zamora, donde fue brevísima su estancia, porque logró pronto la licencia para la construcción. Volvió con ella a efectuar la obra y, para consolidarla, fijó con su propia mano una cruz, bien para prevenir a sus moradores que aquél, y no otro, era el camino seguro que habían de seguir. Después, en presencia de los religiosos, Justicia y Regidores asentó la primera piedra. Tomada la posesión y dado el modelo del convento según las reglas de la evangélica pobreza, determinó que fuera su patrona Santa María Magdalena, cuya ermita estaba muy cerca del sitio escogido y señalado. Admirada doña Guiomar de que ni el santo ni los religiosos le pidiesen escritura pública, en testimonio de la condonación que había hecho de una parte de su heredad para la nueva Fundación, hizo ante el escribano una declaración; y no contenta con la parte cedida, alargó generosa todo lo restante de su tierra. El diseño del convento fue sencillo, propio de una Orden austera de acuerdo con la Santa Regla de San Francisco, que manda en su testamento: “Como santa obediencia, que la iglesia y sencillas moradas sean pequeñas, de manera que no tengan de ancho más de ocho o nueve pies y de largo el triple y no se tenga en cuenta los que puedan venir a ellas para hacerlas mayores, salvo que las moradas que estuvieran cerca de nuestras casas no tuvieran iglesia en un cuarto de legua, donde pudiesen oír misa los domingos y días de fiesta. Y en el edificio donde van a morar los frailes resplandezca toda pobreza. Ninguna madera sea cepillada, salvo la iglesia, coro y sacristía. Y no se haga biblioteca ni sala capitular, sino que se repartan los libros por las celdas de los frailes que los necesiten para que estén limpios y bien tratados. El cuarto donde ha de estar el Refectorio y los demás de la casa tengan al menos ocho pies de ancho o nueve a lo más y en ellos se repartan la sacristía, portería y una enfermería baja. Los pasillos de las dos plantas tengan tres pies y medio de ancho. Los lavatorios estén fuera del cuarto a teja vana. En la planta alta estarán las celdas y serán de siete palmos de vara y la mayor de siete pies. La enfermería de invierno tendrá trece pies al menos a lo largo y dieciséis de máximo. La parte clara del claustro tendrá entre seis y siete pies en cuadrado y lo demás será para pilares y paños para poder caminar.

En la huerta se conserva una fuente perenne y está grabado el nombre  de San Pedro, que le sirve de distintivo. Su agua siempre fue buscada y apetecida tanto en la villa como en los vecinos lugares, porque a muchos enfermos les ha devuelto la salud, y se encuentra un pino antiguo, donde siempre anidaron unos cuervos, conocidos como los cuervos de Pedro de Alcántara. Sucedió que un tirador, por ignorancia o malicioso, hizo puntería a uno de los cuervos y el alcalde de la villa lo mandó encarcelar; y es cierto que se le hacía larga la estancia al preso, hasta que se compadeció el guardián del convento imponiendo su autoridad. Siempre hubo celo en la villa por conservar unas rapaces, despreciando el daño que podían causar, porque en ellas se perpetuaba la memoria de un santo, que vieron y trataron en su iglesia, en sus calles y en sus casas.

Trazados y abiertos los cimientos, San Pedro de Alcántara dio con su último abrazo nuevo espíritu a los religiosos, las gracias a la noble villa y a su amada hija doña Guiomar y partió a dedicar a San Andrés un nuevo convento en Cáceres. La relación con Santa Teresa no es a través del convento, sino que surgió en Ávila en casa de Guiomar de Ulloa y allí fue donde también conoció a San Pedro de Alcántara.

El convento, después de la desamortización lo adquirió un propietario, posiblemente de origen gallego, que posteriormente lo dividió en tres partes, dos de ellas, aunque en ruinas, se conservan, en la tercera se ha construido una vivienda que nunca entendí cómo pudo autorizarse, estropeando estéticamente el conjunto aparte de lo que se destruyó, como fue el horno de cal. No consta intención de un intento de entablar conversaciones entre el ayuntamiento y los propietarios para una posible restauración.

Además, como patrimonio cultural, destacó su ayuntamiento, construido en 1928. ¿Sigue habiendo polémica entre los vecinos por su derribo para construir el actual?

Fue una obra muy importante para aquellos años, envidia de las poblaciones vecinas. El problema es que se construyó con muy buenas intenciones, pero con deficiente estudio y materiales para aquella infraestructura, llegando un momento en que la seguridad peligraba.

De entre las actividades culturales que se llevan a cabo, ¿cuáles son las que más destacaría y en qué consisten?

La semana cultural que se desarrolla a primeros del mes de agosto, con todo tipo de actividades, fundamentalmente culturales; todas las que tienen lugar organizadas por los quintos: puesta del mayo, correr el bollo y la carrera del gallo donde se recitan las famosas relaciones. Antiguamente los carnavales eran unas destacadas celebraciones, había un gran espíritu carnavalesco en el pueblo y hoy permanece la carrera del gallo y baile de disfraces. Tienen muy buena aceptación las catas de vino dirigidas.

La asociación de águedas y la cofradía de la santa Cruz organizan las ceremonias y fiestas correspondientes.

¿Qué puede ofrecer San Miguel de la Ribera a los niños, a los jóvenes y a los mayores?

Lo describo en el siguiente apartado.

¿Qué actividades lúdicas y deportivas nos ofrece el pueblo?

Para los niños dispone de parque infantil y en época estival se organizan numerosas actividades para ellos:

Lúdicas: Visita a las ruinas del convento, iglesia y ermita; información sobre el sigo de Oro en el pueblo; visita a las ciudades de Zamora y Toro, así como a las bodegas de la comarca y disfrute de la merienda en las bodegas de la localidad. En la semana cultural todos los días hay actividades culturales y, en la fiesta de San Miguel, grandes verbenas para el disfrute de todo el que lo desee.

Deportivas: Teniendo en cuenta que se dispone de un polideportivo, un frontón y una carpa permanente, todas las que se deseen organizar.

Háblenos de sus fiestas más destacadas, indicando las fechas en que se llevan a cabo.

FechaFiestas
1 de eneroLos quintos celebran una de sus fiestas, con merienda en la bodega y verbena.
20 de eneroCelebramos San Sebastián, que se limita a una celebración religiosa con misa, procesión y veneración de la reliquia. El ayuntamiento ofrece un refresco y una verbena.
Domingo de carnavalLos quintos corren el gallo, recitan las relaciones y, posteriormente, celebran cena y verbena.
1 de mayoTiene lugar la puesta del mayo, por parte de los quintos, con cena y verbena.
San Isidro, 15 de mayoFiesta religiosa con misa y procesión para honrar el santo, seguida de un ágape para todo el pueblo.  
San Miguel, 29 de septiembreEs el día grande y se celebra la fiesta religiosa, así como encierros en la pradera, por las calles y corridas de toros y recortes. Todas las noches verbena en la carpa de la plaza.
15 de octubreSe homenajea a Santa Teresa, con una celebración religiosa y una merienda en la que se comparten las elaboraciones que aportan los vecinos.
Fiestas más importantes

En relación con la gastronomía, qué platos y productos típicos destacaría, haciendo una breve descripción ellos.

Cocido castellano: garbanzos, carne de ternera, longaniza, tocino, huesos de ternera y jamón; gallina y berza; pollo en pepitoria; asados a la parrilla y en el horno; churrasco; tostón y cordero; bacalao al ajo arriero (desalado, retirar cuando empieza a hervir y regarlo con una ajada y pimentón); arroz a la zamorana (arroz, oreja de cerdo, mano de cerdo, jamón serrano, chichas adobadas, panceta fresca , aceite o manteca, ajos, pimiento rojo, cebolla, orégano, pimentón y sal); sopas de ajo (pan duro, ajos, manteca de cerdo, huevos y pimentón).

Teniendo en cuenta que el pueblo pertenece a la Denominación de Origen de Toro, no pueden faltar los vinos de malvasía, moscatel de grano menudo y tinta de toro: joven, crianza y reserva.

En la repostería destacan los dulces artesanales: roscas de pascua, hornazo, mantecadas de almendra, pastas de yemas y almendra, almendras garrapiñadas, flores y periquillos de carnaval.

Indíquenos las tradiciones que hay y en qué consisten.

La más arraigada son los encierros por la pradera y las calles en las fiestas de San Miguel, son una gran atracción y participan gentes de los pueblos aledaños. Teniendo en cuenta que es un pueblo muy taurino, las corridas de toros y recortes. Se celebran con mucho entusiasmo las fiestas de Águedas y Santa Cruz.

Últimamente se celebra, con mucho entusiasmo, una fiesta rociera a finales del mes de julio que poco a poco está pasando a ser tradición. Este año se ha iniciado la celebración del día de Santa Teresa, invitando a los vecinos de los pueblos de la misma unidad pastoral a misa y merienda comunitaria.

Las tradicionales matanzas quedan limitadas a un reducido número de familias y llegaron a ser días de convivencia familiar y vecinal muy arraigadas.

El baile del vermú, recientemente recuperado, es una muestra de la gran tradición de los bailes típicos de salón, donde se lucían las mejores galas, siendo  el momento más brillante el baile de las habas verdes, que desde pequeños nos enseñaban para que no se perdiera.

¿Cuál cree que es el punto fuerte de su pueblo? ¿Y su principal carencia?

Las fiestas de San Miguel, con sus tradicionales encierros, corridas de toros, verbenas y catas de vino. Estamos trabajando en la recuperación del patrimonio cultural del pueblo.

Descríbanos el recorrido a visitar por un turista que llega por primera vez a San Miguel de la Ribera.

Podría comenzarse por las ruinas del convento franciscano, atravesar el pueblo observando la construcción de las viviendas antiguas y dos fachadas modernistas, hasta la plaza, para visitar la iglesia y posteriormente seguir la ruta hasta la ermita. Por la tarde, disfrutar de una merienda en alguna de las bodegas subterráneas de la localidad.

¿Está hermanada la población con alguna villa o ciudad española? ¿Si es así, díganos por qué?

Este verano se celebró el hermanamiento con la ciudad vasca de Abadiño, suscitado por una gran amistad entre los vecinos de los dos pueblos y originada por una familia vasca que pasaba los veranos en San Miguel. En el mes de octubre pasado nos hermanamos con la Cofradía del Silencio de Zamora, de la que procede la cruz de la ermita.

¿Le gustaría estrechar relaciones con Calzada de Calatrava y propiciar un hermanamiento entre los dos pueblos?

Por supuesto. En este momento de masivo abandono de los pueblos hay que intentar crear lazos de hermanamiento para hacerlos grandes.

Hemos terminado la entrevista, ¿tiene algo más, en particular, que destacar o añadir a la misma?

Espero continuar la amistad y desde aquí mi invitación a visitar San Miguel de la Ribera y a ampliar nuestro patrimonio cultural común.

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