Entierros en la ermita de Ntra. Sra. de la Soledad

Registro de la defunción de Vicente de Hore y Cabrera
Registro de la defunción de Vicente de Hore y Cabrera

El entierro de Beatriz Carrillo —mujer que hizo la donación para la construcción del convento de capuchinos en Calzada de Calatrava— se llevó a cabo en una sepultura de la parroquia de Ntra. Sra. del Valle y no de acuerdo con su testamento: en la ermita de la Soledad del convento de capuchinos. El 2 de enero de 1748, el arzobispado de Toledo hizo saber al párroco de Calzada que el cuerpo de la testamentaria debía ser sacado de la parroquia para ser enterrado en la ermita del convento cuando éste estuviera finalizado. La exhumación y el entierro se debían de llevar a cabo dentro de los quince días primeros en el que el párroco recibiera la notificación y, en el caso de que hubiera alguna causa o razón de no hacerlo, se informara al arzobispado dentro de esos quince días. Tanto el teniente cura, Domingo López Tamajón, como fray Alonso Vicente Torralba, rector y cura de la parroquia, comunicaron al arzobispado que llevarían a cabo lo que se les había ordenado. Consultados los libros parroquiales de esas fechas, he comprobado que tales asientos no están recogidos —a no ser que sea en fecha muy posterior—; así como no haber ningún rastro de que Beatriz hubiese sido enterrada en la ermita de Ntra. Sra. de la Soledad. A partir de estos datos, siempre he pensado que nadie había sido enterrado ahí.

Hace unos días, Agustín Palomino me envió un enlace de www.todocoleccion.net donde se podía comprar el testamento de María Teresa de Hore y Dávila, hermana de Vicente e hija de uno de los hijosdalgo de Calzada de Calatrava, Vicente de Hore y Cabrera. Como lo interesante es ver qué es lo que decía el testamento —las copias aparecían borrosas—, tras varias búsquedas logré acceder a él y pude ver que una de sus voluntades era ser enterrada en el convento de padres capuchinos, si las circunstancias lo permitiesen. Voluntad que, por las causas que fueran, no se pudo llevar a cabo. Sin embargo, no me di por vencido y, tras varios días de investigación, pude localizar la partida de defunción de su padre, así como su testamento. De esta documentación se puede afirmar que las exequias se llevaron a cabo en la parroquia y el cuerpo del sargento mayor de infantería fue trasladado a la capilla mayor del convento de padres capuchinos —ermita de Ntra. Sra. de la Soledad—. En el testamento afirma que le tuvo una gran veneración a la imagen de Ntra. Sra. de la Paz, situada en dicho convento. Antes de ser enterrado, fue vestido con la vestimenta de los padres capuchinos. Su mujer, Ana Teresa Dávila, también fue enterrada en la capilla.

Deja una respuesta