Se inaugura la Adoración Nocturna

Ermita del Santísimo Salvador del Mundo, bajo cuya advocación se constituyó la Adoración Nocturna.

Ermita del Santísimo Salvador del Mundo, bajo cuya advocación se constituyó la Adoración Nocturna. Foto procedente del Facebook de Dionisio Núñez.

La Adoración Nocturna es una asociación católica que tiene como fin adorar a Jesús Sacramentado durante la noche y en comunión con la Iglesia. Tiene su origen  en el siglo XIX –según unos en Roma en 1809, y según otros en París en 1848.

Su forma actual es iniciada en Francia por Hermann Cohen con el fin de adorar en una Iglesia, con turnos sucesivos, al Santísimo Sacramento en una vigilia nocturna, llegando a España de la mano de Luis de Trelles el 3 de noviembre de 1877 y que ha sido implantada en un gran número de países, sobre todo en los que cultural y religiosamente están más vinculados con Francia y España. Desde 1962 todas las Asociaciones de Adoración Nocturna están unidad, desde 1962, en la Federación Mundial de las Obras de la Adoración Nocturna de Jesús Sacramentado.

Las primeras reuniones de la Adoración, en España, tuvieron lugar en Madrid, en la iglesia de los Capuchinos del Prado –la misma desde donde se autorizó la construcción del convento de los Capuchinos de Calzada de Calatrava y actualmente la Iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón– y contó con la participación, además del propio Luis Trelles, de otros hombres: Juan de Montalvo, Manuel Silva, Pedro Izquierdo, Miguel Bosch, Manuel Maneiro y Rafael González.

La Adoración Nocturna de Calzada de Calatrava se inauguró el 29 de octubre de 1932 por el Obispo Narciso de Estenaga, llegando a jurar la bandera de la Adoración más de cincuenta personas. A partir de ese año, el pueblo comenzó a adorar al Santísimo la noche que va del 29 al 30 de octubre de cada año. Fue Amelia Cañadas y Cañadas –fallecida ya en la fecha de inauguración-, con el apoyo de su esposo Ramón Díaz Camacho, quien tuvo la idea de fundar esta organización ya que en su pueblo natal, Moral de Calatrava, ya estaba creada y comenzó a convencer a sus nuevos convecinos de las ventajas que reportaría esta organización de vigilia y adoración ante Jesús Sacramentado. Para ello, comienza a atraer a diversos vecinos hasta que logra organizar la Junta Directiva, formada por  Eduardo Valencia Villalón, presidente; Adolfo Camacho y de León, vicepresidente; Eusebio Ciudad Campos, tesorero; Antonio Serrano Fernández, secretario; y Luis Racionero Belmonte, Santiago Rivera de León, Rafael Real y de León y Ramón Díaz Camacho, como vocales.

Su director espiritual, el cura Juan Moreno Costoso, también animó a sus feligreses a la creación de este proyecto que, al final, se hizo realidad y se constituyó con un solo turno bajo la advocación del Santísimo Cristo Salvador del Mundo.

La velada inaugural de la Adoración Nocturna de la sección de Calzada de Calatrava se llevó a cabo en la noche señalada anteriormente, de sábado a domingo. A las seis de la tarde del sábado, llegaron el Obispo-Prior de las Órdenes Militares, don Narciso de Estenaga, y la comisión que se trasladó a Ciudad Real para traer al Prelado y acompañarle en su viaje de vuelta. A su llegada fue recibido por la Junta Directiva, hospedándose en casa del presidente, Eduardo Valencia Villalón. El Obispo se mantuvo muy activo en toda la noche de la vigilia e impuso a todos los nuevos oradores nocturnos, personalmente, los distintivos de su nuevo cargo y bendijo la bandera de la nueva sección de Adoración Nocturna. Posteriormente, entre la bendición y su jura, pronunció un discurso de contenido totalmente religioso dignándose a participar en las diferentes ceremonias de esta Vigilia inaugural, estando toda la noche acompañando a los adoradores nocturnos y dando la confesión y comunión a todos los asistentes a la celebración de la misa del alba, que es la que se celebra al romper el día.

La Iglesia estuvo muy concurrida de fieles durante toda la noche, siendo muchos los que se acercaron para recibir la comunión de manos del Prelado. La bandera bendecida fue bordada por Carmen Valencia Ciudad, Olaya Ciudad Valverde y Rosario Fernández Camacho, que fueron felicitadas por su enorme labor que realizaron con esmero, arte y buen gusto.

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