Rmo. P. Provincial: Aunque mi cordial afecto y devoción verdadera no ha logrado oportuna ocasión en que manifestarse en obras hasta la presente, puede estar V. Rma. y toda su venerable y sagrada Congregación muy seguros que mi sagrada Religión de Calatrava ha manifestado siempre a la Seráfica Orden grandes y ciertas veneraciones, deseando siempre y solicitando ocasiones en que hacer expresión de su fraternal afecto, nacido del claro conocimiento que tenemos del espiritual interés que hallamos en su familiaridad, la cual solicitamos ahora con todas veras, en primer lugar mi sagrada Comunidad y en segundo todo el pueblo de esta villa de La Calzada, con cierta esperanza de que V. Rma. y MM. RR. PP.
Definidores han de dar breve y eficaz providencia para que logremos cuanto antes el consuelo de que se de principio a fundar en esta villa un Convento para VV. Rmas., para cuyo fin ha dejado una devota mujer caudal de más de cuatro mil ducados, que, junto con estar hecha la iglesia y las limosnas con que todos asistiremos, no dificulto se perfeccione la obra en breve tiempo sin que a VV. RRmas. les cueste más desvelo que el de conseguir las licencias acostumbradas, y suplico, si ser puede, nos favorezcan con la mayor brevedad, por necesitar grandemente este pueblo de confesores, pues no estamos más de dos, y su vecindad pasa de seiscientos, pues luego que haya Hospicio se comenzará el Convento según las disposiciones que V. Rma. dice.
Quedo a la obediencia de V. Rma., con deseo de que me mande cuanto sea de su agrado, que le serviré como es de mi mayor obligación, a quien me guarde Dios muchos años como puede.
Calzada de Calatrava, 7 de septiembre de 1719.
B. l. m. de V. Rma. su más sm., don Ambrosio Gijón y Rivera.
Desde el primer momento se miró con cariño, y se acrecentó de día en día en grandes oleadas de entusiasmo el deseo de que fundasen nuestros religiosos en Calzada. Prueba palmaria de ello nos la ofrece el que dos días más tarde al de la fecha de las cartas del Guardián de Villarrubia y del Prior de la Calzada, el Justicia y Regimiento de esta localidad escribieron también a nuestros Superiores, con el fin de obtener su beneplácito para dicha fundación.
No queremos escatimar al lector el placer de leer íntegro el texto de dicha carta.