En Argamasilla de Calatrava, el 16 de noviembre de 1796, hicieron[1] un reconocimiento, una descripción y una medición de la Casa Palacio que en esta villa pertenecía a la Encomienda de la Obrería, situado en el barrio del Andrajo y que lindaba al Sur con casas de Francisco Rodríguez (solar que llamaron de la Rufina), a el Oeste con el camino que desde la iglesia parroquial iba hacia Puertollano. Estando en su puerta principal -que miraban al Este- el escribano recibió juramento de los peritos por el que prometieron cumplir con exactitud la obligación de su cargo, y teniendo a la vista la certificación dada por la contaduría general de la Encomienda, donde se acreditaba lo que le pertenecía. Ya, en el primer volumen de mi libro Calzada de Calatrava y su historia hago referencia, con todo detalle, a la descripción, medición y tasación de la casa del cortijo de La Obra, que en su día llegó a pertenecer a Calzada de Calatrava, así como del inventario de la iglesia parroquial de Villanueva de San Carlos. La Casa Palacio tenía dos patios principales, un jardín amurallado y un pajar, situado frente a la puerta principal. En este artículo me referiré al edificio donde estaba situado el segundo patio, que era donde estaban las cuadras y graneros, aunque en el segundo volumen haré referencia, además, al patio principal (que tenía una planta baja y otra alta), el jardín o huerta, y el pajar que había en frente de la puerta principal.
Saliendo del Jardín al Patio Principal, a mano derecha, había una cerca o división de tapias aceradas, por ambas partes, que tenía una longitud de 17,5 varas de ancho y encima había colocadas ocho almenas piramidales, con sus tejados intermedios. En la línea este había parte del edificio de una cocina, que pertenecía al patio principal, y a continuación un portón, enrasado y con clavos de cabeza redonda, que estaba colocado entre dos machones y un arco de cruz fabricados de ladrillo. Por dicho portón, de dos hojas -que se cerraban mediante falleba- y un postigo en la hoja derecha -con su cerradura y llave-, se entraba a un portal (12,25 varas de largo, 4 varas de ancho y 3 varas por las parte inferior y 5 varas por la parte superior, ya que su tejado era de a un agua) cuya armadura del tejado estaba compuesta de veintiún pares de tirantes. La fábrica de la puerta era enrasada de tirante entero, con clavos de cabeza redonda y con sus correspondientes cerraduras como ya se ha indicado, y por la parte exterior tenía de adornos una portada de cantería y un dintel de nueve dovelas de piedra, con un escudo de la Orden de Calatrava en medio, sobre el que había cinco almenas piramidales de ladrillo; interiormente había tres umbrales de pino, por donde se abrochaba la falleba.
Entrando al patio, a mano izquierda, se reconocía un cuarto doble (29 varas de largo x 4 varas de ancho y 7 varas de alto) con una planta baja y otra planta alta. En la primera estaban las cuadras y en la segunda el granero. Todo estaba construido de ladrillo y en medio de su línea estaba la escalera, con un postigo con clavos de cabeza redonda, cerradura y llave, por la que se accedía al granero.
La cuadra del Este tenía suelo holladero de veintinueve tirantes y había tres pesebreras, con marcos de tirante entero; se accedía a ella a través de un postigo, de tirante entero, con clavos de cabeza redonda, cerradura y llave. La cuadra del Oeste tenía una similar a la anterior y en las mismas condiciones, y por la que se accedía a una pesebrera en toda su extensión, con suelo holladero de veintiún tirantes y veintidós bovedillas. Por la puerta ya descrita, que había en medio del cuarto doble, se subía al granero a través de una escalera de diez escalones con marcos de madera enladrillados. Dicho granero estaba dividido en cuatro partes, su pavimento estaba solado de rasilla y lo restante de yeso y hormigón. En esta primera planta había tres ventanas (de 3 pies de ancho por 3,25 pies de alto) fabricada con tres peinazos y con cerco de tirante entero, hojas de medio tirante y se cerraba mediante tres aldabillas; su armadura estaba compuesta de dieciséis tijeras, con costaneros de pino y lata de monte.
Saliendo de este cuarto doble al patio y torciendo a la derecha, había un cuarto desteto (dieciséis varas de largo x 7 varas de ancho x 3,5 varas de alto) por el que se entraba a través de un postigo que había en la línea Sur; su pavimento estaba empedrado y su armadura era de a dos aguas con cincuenta y tres pares de tirantes estivados, sobre soleras y nudillos en la parte inferior, y en la superior cargaban sobre un puente de viga, que era sostenida en sus extremos por dos machones de piedra y ladrillo. En la mitad del desteto había una pesebrera sin marco. En este patio secundario había un aljibe, de figura esférica con brocal de piedra, que recibía las aguas de lluvia procedente de toda la casa; también había una puerta, con su arco de ladrillo, por el que se accedía al patio principal de la Casa Palacio.
[1] Quienes participaron fueron Manuel Moreno -gobernador político y militar de Almagro, caballero de la Orden de Calatrava, teniente coronel de infantería e intendente honorario de la provincia de Ciudad Real-, Vicente Ruiz Roales -alcalde ordinario de esta villa-, fray Sebastián Bote Hidalgo -religioso del hábito de Calatrava y cura rector de la iglesia parroquial de Almagro (¿de Madre de Dios o de San Bartolomé?)-, José Bercebal -en representación de Luis Francisco de Urbina-, Pablo García -representando a los herederos de la condesa viuda del Asalto-, Francisco Mestanza y Antonio de Arriaza -alamín agrimensor y carpintero, respectivamente- y los peritos nombrados -José Barrera y Plácido Muñoz, labradores de Argamasilla, y Francisco Mestanza, agricultor de Almagro.