Una conversación con Tomás Díaz, el ciego de Calzada

El periódico Lanza, 17 de septiembre de 1945.

El periódico Lanza, 17 de septiembre de 1945.

Entrevista de Goerlich en LANZA, el 17 de septiembre de 1945.

Calzada de Calatrava.- Tenía referencias de que hace unos días ha regresado, luego de una ausencia de once años, nuestro querido paisano, Tomás Díaz, y suponiendo un aliciente para nuestro diario, hacer una narración de su vida, pues se trata de un caso curioso y a la postre interesante, me fui en su busca, acompañado del camarada Pérez quien, con su habitual celo y deseo de ilustrar estas páginas, accedió gustoso con su cámara al hombro.

Preguntamos por su domicilio, y en la calle de Santa María, 74, le encontramos rodeado de sus familiares en una humilde casita, donde todo tiene aspecto de sencillez y bondad. Le interrogamos sobre su vida, fumamos un cigarrillo, y aquí ofrecemos a nuestros lectores un resumen de nuestra charla.

CÓMO FUE SU DESGRACIA

Cuando tenía 9 años, tuvo la desgracia de caerse de una higuera, caída que le produjo una herida en el occipital. Inmediatamente fue trasladado al Hospital provincial de Ciudad Real para practicarle una operación, pero los médicos –ante la misma- pronosticaron quedaría ciego, como así sucedió. Tras no pocas gestiones e influencias, consiguió ingresar en el Colegio de Ciegos de Chamartín de la Rosa (Madrid), donde le educaron, y por su bondad infinita aptitud para todas las cosas y cariño hacia sus profesores, se hizo digno acreedor del aprecio unánime de todos ellos. Allí fue Tomás estudiando toda clase de cultura general, llegando, muy pronto, a dominar las matemáticas, literatura, música, etc., etc.

TOCA EL PIANO A LA PERFECCIÓN

En la actualidad tiene aprobada la carrera elemental de piano, o sea 5 años, y lo toca a la perfección. Al decirme que tenía deseos de tocar –hace mes y medio que ha salido del Colegio y desde entonces no había tocado- no tituvee en llevarlo al Círculo Agrícola, donde nos brindó un magno concierto interpretando “Serenata” y “Momento musical” (de Schubert), “Marcha de la Coronación (de El Profeta) y música de Bethoven; pero además nos deleitó también, a petición, con música moderna de baile, tal como el fox “Violines húngaros”, el tango “Madre”, el pasodoble “Islas Canarias”, el fox “La noche que partí” y otros muchos difícil de enumerar.

TOMÁS “ESTRAPERLISTA”

También Tomas ha sido un “estraperlista”. Todas estas piezas –me dice- las he aprendido de “estraperlo”, pues los profesores no nos dejaban tocar, porque nos “picábamos” y no estudiábamos. Es así, que yo oía una pieza y la primera ocasión en que podía, burlaba la vigilancia y me ponía a tocarla. No sé si me verían o no; lo cierto es que nunca me llegaron a llamar la atención en sentido de protesta.

TOMÁS, COMPOSITOR

Entre el selecto repertorio que cuenta, nos ofreció un pasodoble y dos tangos, uno de ellos titulado “Resurrección” de los cuales es autor Tomás, y que dicho sea de paso, las tres piececitas son excelentes. No crean nuestros lectores que se trata de música “chabacana”, como gran parte de la que se escribe actualmente, sino que, por el contrario, son de gran valor musical, como podrá apreciarse el día que las publique.

Toda mi ilusión –sigue contando Tomás- es publicar mis piezas, pero ahora, ante la escasez de medios económicos, me es imposible. Como quiera que ya estoy esperando conocer a donde saldré destinado, no se pasará mucho tiempo sin que mis anhelos se conviertan en realidad. Nosotros, por nuestra parte, no dudamos que después de haber oído las composiciones musicales de este joven cieguecito, tendrán gran aceptación.

LO QUE HA APRENDIDO EN EL COLEGIO

Luego de cuanto queda expuesto, Tomás escribe con un punzoncito y una regleta con unos agujeritos muy pequeños. Escribió una muestra –que me regaló- y a medida que la enseño a mis amistades, va mereciendo la admiración y elogio de todos. Multiplica, también, con gran rapidez, para lo que utiliza una cajita de números hechos al relieve. Sabe hasta extraer raíces cuadradas y cúbicas, y además gran parte de álgebra y trigonometría; y de Ciencias Naturales hasta el sexto curso de Bachillerato.

Juegan al fútbol, y para orientarse de la marcha del esférico, colocan a éste –entre la cámara y cubierta- unos cascabelitos especiales. El ajedrez también lo practican con fichas especiales, y los cuadritos negros tienen un relieve de 3 milímetros. Al dominó juegan con fichas corrientes.

En fin, tantas y tantas cosas podríamos decir de Tomás, que estas cuartillas se harían interminables. Antes de despedirnos, tiene la gentileza de “puntear” un saludo para LANZA –que nos entrega- y allí le dejamos, rodeado de sus familiares, en una humilde casita.

GOERLICH

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